27 de octubre de 2013

Reparar el neopreno

Hace unas semanas fui a nadar a la playa de Rodiles, en Asturias. Cuando estaba adentrándome desde la orilla noté que por la pierna derecha me entraba el agua y que no estaba totalmente aislado. Miré a ver qué había ocurrido, temiéndome que estuviese roto y, efectivamente, encontré que tenía un buen peñizco y dos pinchazos. Ni siquiera tenía conciencia de cómo podía haber sucedido. Pero bueno, después del verano en el que todo el material de triatlón había viajado metido en una caja podía haber sido cualquier cosa. Más tarde llegué a la conclusión, por el lugar y la dirección del roto, de que habría sido un peñizco al ponérmelo. A los pocos días, en un momento me puse a repararlo para que estuviese en perfecto estado para la próxima temporada y tomé algunas fotos que pudiesen ser útiles para explicar el proceso.

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